Desde los primeros tiempos se ha tenido miedo al más allá y a la muerte, lo que ha provocado una fascinación por la inmortalidad. Egipcios, griegos y romanos ya hablaban en sus escritos de criaturas que se alimentaban de la sangre de los vivos.
Vlad Tapes es el personaje histórico que inspiró la figura literaria de Drácula. Vlad fue un noble que vivió en la Edad Media y gobernó la región de Valaquia (actual Rumanía). Este noble pertenecía a la orden militar "del dragón", de ahí el sobrenombre "Draculea" de Vlad (Draculea significa dragón) y de ahí el nombre de Drácula. El escritor irlandés Bram Stoker se basó en este personaje real para crear a Drácula, que es el origen de los vampiros literarios y cinematográficos actuales.
El vampiro tradicional tiene unas característica que han ido variando según las adaptaciones literarias del mito. No se reflejan en los espejos, ya que no tienen alma; tampoco toleran la luz del sol y no pueden caminar de día, si lo hacen, explotan. Tampoco soportan los símbolos religiosos, ya que ellos son hijos del diablo.
Pero en los últimos tiempos todo esto ha cambiado, el vampiro puede salir de día (Crepúsculo) y puede convivir con personas (True Blood). Ha pasado de ser una criatura condenada, despreciable y terrorífica, a ser un ser sobrenatural, bueno y capaz de adaptarse a la vida entre los humanos.
Etiquetas: terror
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