Lo que no sabias de Disney
Autor: Fernanda | domingo, 15 de noviembre de 2009
Muchas curiosidades de Disney.
Lo que no sabias de Walt Disney(el padre de Mickey)
A través del dibujo animado, Disney plasmó encubiertos simbolismos, y se alimentó de fuentes generalmente no advertidas. Uno de sus personajes esenciales, el cervatillo Bambi, procede de un cuento sufí que asegura que la Tierra late dentro de un equilibrio cósmico que fue malogrado por la imprudencia del hombre. Pinocho se relacionada con los gólems, los muñecos de barro que recibieron la vida mediante mágicas artes de rabinos medievales. Esta idea se repite cuando, en una de sus escenas más recordadas, un Mickey que reemplaza a un mago le insufla vida a un regimiento de escobas para que colmaran un pozo de agua. La CIA quiso contratar a Disney para que éste, mediante sus películas animadas, desacreditara el fenómeno OVNI, muy difundido en aquel entonces. En este artículo de Manuel Berrocal, publicado en la Revista Más allá de la Ciencia, nos acercaremos a esta dimensión poco atendida, donde la magia imaginativa del dibujo animado exhala hondos procesos culturales.
Cuando vemos a la abuela entreteniendo a sus nietos con cuentos, no reparamos en que esta imagen entrañable es el claro reflejo de una de las funciones ancestrales del hombre medicina o chamán de los antiguos pueblos, cuyas narraciones y cuentos enseñaban a las nuevas generaciones cómo sobrevivir en un mundo hostil. Y es que lo que se oculta tras un cuento es nada más y nada menos que la memoria ancestral.
Por eso Walt Disney, el genial creador de personajes como Mickey, el pato Donald o Bambi, puede ser hoy visto como un moderno superchamán. Irrumpió en escena justo cuando la sociedad había perdido el interés por los viejos cuentos y se debatía entre las dos grandes guerras mundiales. Él, como los chamanes tradicionales, gozó de esta mezcla de genialidad y de locura y readaptó la vieja función del contador de cuentos a las nuevas necesidades de la sociedad. Y en una época como la nuestra, donde la imagen es el principal medio de comunicación y el cine se ha transformado en el sistema estrella para contar historias, Disney, entre 1929 y 1940, revolucionó, en su incesante búsqueda de nuevas formas de expresión, el mundo de los dibujos animados.
Fue en 1928 cuando un pequeño ratón de grandes orejas y patas de alambre, Mickey Mouse, saltaba a la fama al parecer en la gran pantalla con sonido sincronizado a su imagen. Aquella historia, titulada Steamboat Willie (Willie con el barco de vapor) fue el inicio de una pequeña revolución que, como veremos, "reinyectó" en Occidente algunos mitos y creencia esotéricas abandonadas tras el despertar de la Revolución Industrial y el racionalismo.
Tras el éxito de Mickey, Disney comenzó su búsqueda de una historia para la pantalla grande que llegara a todas las generaciones. Primero rechazó Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll, por demasiado complicada para llevarla al cine. Después congeló su proyecto de rodar el cuento clásico inglés de Washington Irving "Rip Wan Winkle" y se decidió por Blancanieves, un relato de los hermanos Grimm en el que confluían una bruja, el hada buena, la cándida protagonista, el príncipe azul y un plantel de enanitos que permitían realizar todo tipo de gags humorísticos.
No obstante, sus tanteos en las obras de Carroll e Irving reflejaban claramente su pasión por temas como el de las alteraciones espacio-temporales. En Alicia en el país de las maravillas, Charles L. Dodgson (nombre real de Carroll) encriptó claves matemáticas que sólo recientemente han sido puestas de relieve por Duncan Black, un matemático que pasó 30 años investigando ese relato y que demuestran ciertos conocimientos de física vanguardista por parte de Carroll. En cuanto a Irving, su cuento narra la epopeya de un hombre que pasó varios siglos durmiendo, despertando después en otra época. Un hecho, por cierto, idéntico al que recogen leyendas de "durmientes" de todo el planeta y cuyo origen hay que buscar en la Grecia clásica.
Pero la elección final de Disney no pudo ser más acertada. En Blancanieves se dan cita todos los elementos necesarios para llegar al corazón del espectador: enseñanzas morales, un alto factor de sensibilidad y situaciones tenebrosas que impresionarán al espectador.
Mientras su hermano Roy, más pragmático, considera esta empresa una locura, Walt disparaba el entusiasmo de sus colaboradores con un método muy propio de él. Ken Anderson, uno de sus primeros colegas, lo describía así años después "...fuimos a la sala de música (....) y Walt nos contó la historia de Blancanieves. Comenzó a eso de las siete y media y no paró hasta las once. Estábamos todos embelesados. Se plantó en medio a representar aquel cuento fantástico; tan pronto hacía de reina como de enanito. Era un actor increíble, un mimo nato..."
Aquella historia obtuvo una respuesta del público inmediata. Cuatro millones de dólares la convirtieron en la película más taquillera del momento y mantendría ese récord hasta el estreno de "Lo que el viento se llevó".
Disney y Dali igual a una estraña pareja
Dumbo fue el segundo pilar que permitió salvar a los estudios, con la historia de un marginado que triunfa. Y justo por aquel entonces, Disney entraba en contacto con el surrealismo y con el jovencísimo Dalí bajo cuya influencia el padre de Mickey decidió que sus dibujos podrían llevar los movimientos más vanguardistas al alcance del gran público.
Así fue como esta extraña pareja decidió crear una historia a partir de la canción mexicana "Destino". Dalí tenía carta blanca y los increíbles guiones que durante dos meses nacieron de sus manos contaban un relato de amor en el que un chico conoce a una chica que acaba transformada en fláccidos relojes que caen del cielo, o en largas piernas que caminan hacia monstruosos teléfonos. Disney comprendió que continuar con aquello podía significar un nuevo fracaso así que el proyecto con Dalí quedó olvidado.
Disney necesitaba nuevas películas, y no paró de buscarlas hasta que encontró un antiguo cuento sufí que narraba cómo el mundo estaba organizado en el equilibrio absoluto y sólo la mano del hombre podía llevarlo a la destrucción. Ese cuento con tintes ecologistas fue la base para Bambi, que obtuvo un gran éxito. Pero Disney no escarmentaba, y el siguiente fracaso le llegaría de la mano de Alicia en el país de las maravillas. Su público deseaba más Dumbos y Bambis para poder llorar y no historias con un mensaje que no querían ver.
Adios a la Magia
A partir de ese momento Walt Disney parece tirar la toalla, deja los estudios en manos de sus colaboradores y orienta su interés en la realización de un parque temático que ponga la fantasía y la magia al alcance de todos. Mientras los estudios entran en una nueva etapa con películas como Peter Pan, La Dama y el vagabundo y 101 dálmatas, historias contadas para entretener pero que ya no tienen el trasfondo de los viejos cuentos para aprender. Sus colaboradores eran capaces de realizar productos técnicamente perfectos pero que carecían del mensaje y la genialidad de Disney.
El despliegue comercial de los estudios se realiza mientras el que fuera conocido con el nombre de "el genio de Burbank" muere lentamente a causa del cáncer terminal que no le permitiría ver terminado su segundo gran sueño: Disneylandia. En 1966 el contador de cuentos fallecía y la magia de Pinocho, Fantasía, Blancanieves o Alicia se iban con él. Después llegarían muchas películas basadas en cuentos clásicos, pero ninguna pudo eclipsar el trabajo de ese soñador.
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